Buenas de nuevo Paginativos,
Regresan las entregas de los consejos para proseguir con la corrección de nuestros textos. Nuestro socio Ángel G. Ropero nos trae unas prácticas herramientas para realizar las correcciones.
Tercer capítulo en nuestra saga de consejos para la corrección. Hoy hablaré de las fuentes a utilizar para justificar tus cambios.
Nuestro idioma tiene un montón de reglas: normas de puntuación, conjugación, acentuación… Y también tiene mogollón de excepciones: no es lo mismo conjugar «Casar» que «Decir». Haced la prueba si queréis.
Lo ideal sería que todos supiéramos las reglas que gobiernan nuestro idioma para poder escribir de la manera más correcta y, sobre todo, comprensible. Pero es imposible conocer de memoria todas y cada una de ellas. Por eso, cuando hago una corrección suelo recurrir a tres amigos para confirmar cualquier duda que tenga.
El primero es la web de Fundeu BBVA o Fundación del Español Urgente, «una institución sin ánimo de lucro que tiene como principal objetivo impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación». Además de contestar a través de las redes sociales cualquiera de nuestras dudas, tiene artículos sobre el uso de términos que llevan a error (por qué y porqué, por ejemplo), recomendaciones sobre el uso de anglicismos y nuevas palabras… Os invito a cotillear su web, pues resulta muy útil para obtener ayuda sobre las dudas que podamos tener a la hora de escribir y corregir.
En segundo lugar, la vieja confiable, que dirían los «millenials»: el Diccionario de la Real Academia de la Lengua. La institución que «limpia, fija y da esplendor» publica cada cierto tiempo una edición revisada de la herramienta más útil a la hora de corregir con nuevos términos, definiciones… Ahora, en el siglo XXI, no necesitamos tener un «tocho» entre las manos; podemos buscar en la web y encontrar todo lo que necesitamos.
Por último y, posiblemente, más importante, el Diccionario Panhispánico de Dudas que sirve para justo lo que su nombre indica: «da respuesta, desde el punto de vista de la norma culta actual, a las dudas lingüísticas más habituales (ortográficas, léxicas y gramaticales) que plantea el uso del español». También accesible desde internet
Hasta la siguiente receta,